"La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?"
Es una pregunta que tiene mucha miga: tendemos a prestar infinitamente más atención a la imagen externa que a cómo nos comportamos con los demás. Esto es algo que debemos cambiar ya mismo, puesto que de nada nos sirve la imagen exterior si no tenemos relaciones profundas con los demás. Claro, que esto dicho en una sociedad en la que te encuentras infinidad de anuncios sobre cremas milagrosas que rejuvenecen la piel, operaciones estéticas, modelos súper-cincelados (y qué bien cincelados, por otra parte, todo hay que decirlo), pues eso, que la gente enseguida te mira con cara de "peroqué mestás contando", así, en tres partes.
En fin, una reflexión. ¿Y vosotros qué pensáis?
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